El proceso de elaboración del vino comienza en la vendimia y por lo tanto es muy importante que la uva llegue en buenas condiciones a la bodega. La primera clasificación se realiza a pie de finca escogiendo las uvas en estado de madurez óptimo y que no tengan granos verdes o en mal estado. El transporte, hacia la bodega, se realiza en el menor tiempo posible y con cajas de 20 kg para que la uva llegue en buenas condiciones.

Una vez en la bodega disponemos de depósitos de fermentación de acero inoxidable donde realizamos la fermentación de las diferentes variedades por separado a temperatura controlada entre 25/26 ºC y remontados periódicos automatizados para obtener la extracción selectiva de los compuestos fenólicos de la piel y la pulpa, y aportar características específicas al vino como color, taninos, componentes de extracto y aromas.

La maceración dura aproximadamente sobre los 15 días y con la fermentación terminada el vino descansará antes de su embotellado, en barricas de roble francés y americano en la pequeña sala de almacenamiento y crianza a una temperatura constante entre 15 y 18 ºC y humedad controlada.